Stay with me, oh, lets just breathe...
- EmaBlogger
- 21 may 2019
- 3 Min. de lectura

¿Te imaginas sentarte de acá a un tiempo con la persona que te hizo daño, y decirle todo lo que no pudiste, todo lo que imaginaste y todo aquello que no salio en palabras pero si en lagrimas?. ¿Te imaginas sentarte con ese alguien al que no le dijiste algo que si debiste decirle?. Así como si una frontera se abriera, por unos cuantos minutos, para que aquello que quedó dentro pueda al fin salir? No soluciona nada, ni con ello pretendes volver a los momentos felices, pero lo que quedó ahí atorado sale al universo, y se desintegra.
No siempre se me dió la oportunidad, la verdad es que tampoco la busqué, solo dejé que el destino, si así lo quería, hiciera que ambos nos sentemos como personas civilizadas a conversar, y conversamos, sobre la inmadurez y los sueños que quedaron ahí, sobre las fantasías y sobre aquello que nos dolió.
Recuerdo bien haber escuchado un perdón, y eso bastaba. Lo que me llenó fue vaciar todo aquello guardado, y exponerlo solo para que así se extinga. Lo guardado puede vivir, puede crecer, pero jamás morir. Las palabras no dichas circulan en nosotros todos los días como parte nuestra, las llevamos como llevamos nuestra cabeza y solo sacándolas llegan al final de su vida, pues para eso nacieron, para comunicar algo, que no llegó a su destino.
Sin embargo, existen palabras que aun viven en mi, que nunca dije, porque decidí no hacerlo. Decidí que deambulen y duerman, pues decir lo que tenia dentro hubiese generado resultados que no esperaba, ideas que no quería y situaciones que no buscaba. Fue por ello que una noche me puse a escribir, sin ninguna finalidad mas que darles a las palabras descanso, y con ello que puedan irse de mi.
Algunas noches sueño con decir lo que aun queda deambulando. Aquello que agradezco y aquello que no debió pasar. Siento como un nudo en el pecho al recordar que no respondí el último mensaje que alguien que amo me envió, y siento culpa al no haber dicho todo cuando pude. Cuánto me alegró la vida su presencia, cuánta paz sentí al saber que estaba en mi vida, que incluso estaba a unos cuantos metros míos y que me miraba con ojos de amor, de esos que no juzgan ni te encuentran algo malo, de esos que te dan seguridad, esos que te hacen bien siempre. Esos ojos ya no están acá físicamente, pero quizá, mientras escribo esto, me acompaña y siente cuanto la extraño. Son estas las palabras que hice que deambularan, que no cumplan con su razón de vida, y ahora las uso para decir al viento lo que tengo guardado, y que solo pueden salir mientras escribo, o cuando alguna canción o momento viene a mi cabeza, y unas cuantas lagrimas ayudan a ser ese puente entre la cabeza y el corazón para que fluya esto que las palabras crean.
Entonces usaré el viento como medio para hacer saber aquello que si debí decir, pero no lo hice.
Puedo gritar que te extraño, y que agradezco aquella vez que me enseñaste a hacer queque de plátano, como también puedo decirte que valoro mucho que me hayas escuchado con toda atención, y que siempre termines la charla con un te quiero. Quiero que sepas que haberte visto tal cual eras me dio la seguridad que necesitaba para mostrarme un poco mas tal cual era. Escuchar tus sueños hizo que mi corazón quiera vivirlos contigo y fuiste ese ser que reafirmaba mis momentos, reafirmaba mis sueños con solo escucharlos con emoción. Eres esa persona que siempre voy a querer tener cerca, tomando un Campari conmigo y escuchando a Bob Marley. Y así como dice Juan Gabriel "sé que pude haber hecho mas por tí", espero que en este tiempo que tengo acá, algo de los sueños tuyos pueda convertirlos en nuestros, al menos eso déjame hacer, pues se que estarás ahí al lado sonriendo, y eso me pone bien.
No quiero esperar a no ver a alguien mas, para sentir esta bolsa de palabras en mi espalda. Estas palabras nacen en otro ser, como alegria, como esperanza, como aquello que necesitaban escuchar. ¿Quien soy yo para privar a alguien de eso?, ¿Que es la vida sin esos momentos?.
Todas las palabras merecen vivir, tu decides como, con quien y en qué momento darles vida, pues ellas nacen en el corazón, y salen a la vida por el pensamiento para caminar por la boca.
Por todas esas palabras que esperan ver vida y cumplir su razón... aquí un himno de Pearl Jam.
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