top of page
Buscar

Non, je ne regrette rien...

  • Foto del escritor: EmaBlogger
    EmaBlogger
  • 5 mar 2020
  • 4 Min. de lectura

Los desfiles patrióticos siempre me parecieron un tanto violentos, por su muestra de armas bélicas y poderío militar. ¿Honrar a tu patria en esas fechas necesitaría mostrar al mundo todo lo que puedes matar y a qué alcance, incluidas las personas que podrían morir por ella?. Esos desfiles siempre me conmovieron, veo gente con un objetivo y dispuesta a dar su vida, y también veo personas que desearían no tener que hacerlo.

Esta muestra de poderío, decisión, orgullo, me invita a pensar en tantos momentos de la vida en la que hacemos gala de lo que somos capaces en momentos de conflicto. Mostrar a quien tenemos en frente todo nuestro cuartel, armamento mental, frases célebres, fotos y recuerdos que no dudaremos un instante en usar, con tal de ganar la batalla, y luego me pregunto: ¿Por qué hacemos eso incluso cuando estamos en buenos términos?.

Esa necesidad de que el otro sepa de lo que somos capaces en momento de conflicto, esa información que brindamos consciente o inconscientemente al otro para que sepa "con quien se esta metiendo y qué le espera si se porta mal", es una alerta roja, tanto personal como para quien está al frente. Creo que es importante parar un momento nuestros pensamientos y cuestionarnos el por qué estoy listo para una guerra cuando estoy en plena primavera del amor o cuando tengo razones especificas para levantar mi material bélico mental, ¿es que el dolor que nos dejó una experiencia anterior nos puso en una posición tan vulnerable que preferimos mostrar los dientes antes que sonreír?.

Como las madres sobre protectoras que vuelven a sus hijos en unos seres sin manos ni pies, pues no pueden hacer nada por sí mismos, esa misma toxicidad es la que nosotros incluimos en nuestro corazón si sobre protegemos nuestros sentimientos. Toda experiencia pasada nos sirve para aprender, pues para eso fue que vivimos lo que vivimos, para escribir algo nuevo en nuestra historia. Obviamente, la clave esta en aprender, mas no en dejar de vivir lo nuevo.

Una linea delgada divide el riesgo de volver a pasar por lo mismo vs. el usar lo ya aprendido y darse cuenta que puede haber el riesgo de volver a pasar por algo doloroso, y decidir parar. La clave está en que en ambas situaciones, uno se dá la oportunidad de volver a vivir, y al otorgarse uno mismo esa oportunidad, ¿por qué seguimos entregando cruces ajenas a quien probablemente esté dispuesto a querernos de diferente forma?. Esto es seguir viviendo una relación anterior con otra persona, no es darse una nueva oportunidad. Pongámonos del otro lado, alguien que a medida que se va abriendo en confianza con nosotros, primeramente hace ver todo el armamento bélico mental y el poderío que no dudara en usar si es que le hacemos daño, ¿con qué idea nos quedamos?, pues claramente que esta persona sigue sufriendo y no está dejando ir al pasado, por ende, piensa que yo soy la misma persona que le hizo daño, pero con otro nombre.

Todos los nuevos días que vivimos traen nuevas decisiones, nuevas oportunidades, nuevos olores y pensamientos, y podríamos ser nosotros también personas nuevas cada día, si es que nos damos la oportunidad. Lo mentalmente bélico reside en nosotros porque así lo queremos, porque nos sentimos más seguros con nuestras armas en la cabeza y listos para pelear y con esta falsa seguridad caminamos por la vida privándonos de vivir y sentir. Nuestro corazón late a cada segundo pues esta listo para volver a vivir.

Seguridad no es estar lista para la pelea. Seguridad no es andar amenazando sobre lo que somos capaces de hacer. Seguridad no es temblar cada que sentimos que volvemos a querer. Sólo podemos estar seguros cuando vemos a la vida de frente, queriendo seguir viviendo y aplicando las lecciones de vida que nos toco pasar, haciendo las paces con el pasado, pues solo así podremos volver a pararnos, e incluso asumir una nueva caída de la mejor manera, pues volver a caer no significa haber sido derrotados, sino mas bien es una clara muestra de que la fortaleza se forma en esos momentos, y que somos capaces de aguantarlo. Quien nos hace daño dice mal de esa persona, no de nosotros, no es nuestra culpa, y eso tenlo siempre en cuenta.

Que lindo debe ser el poder mirar atrás y sonreír, sabiendo que a pesar de haber entregado lo mejor, quizá no me pagaron bien, que he caído, y que me hicieron daño, pero eso dice mal de esas personas, no de mí. Que fuí un ser con las manos abiertas y listas para vivir, astuta en cada lección de vida y atenta a seguir aprendiendo para evitar malos ratos, mas no para evitar sentir nuevamente. Espero algún día poder decirlo.

Esta canción que te invito a escuchar, es el himno de los himnos. Acepta a la vida como vino, y en el camino alzando piedras, lanzándolas y también recibiéndolas, no se arrepiente, pues se siente viva, la canción misma esta viva. Hasta podría decir que agradece por todo lo recibido, y qué mas se puede hacer, leyendo el libro de nuestras vidas, que no sea el agradecer por haberlo pasado?. Puedes ver en tu mente la mano de tu vida estrechando la mano con todas las situaciones lindas y feas que pasaste. Hace las paces frente a ti.

Con ustedes, la innigualable Edith Piaf.









 
 
 

Comments


bottom of page