top of page
Buscar

Stay with me, cause is all I need...

  • Foto del escritor: EmaBlogger
    EmaBlogger
  • 30 may 2019
  • 4 Min. de lectura


Hace poco escuché decir: esta época es mas simplista en el amor, las parejas tienden a comprometerse menos, las relaciones abiertas son mas aceptadas. Coincidí plenamente, lo puedo ver a diario en las redes sociales, donde se habla abiertamente sobre lo que es el "aguantar a alguien" y lo tedioso que es, por ende, se rechaza el tipo de relación con "devoción" al otro, y el "pase lo que pase estaré ahí para ti".


Me pongo a pensar, quizá fuimos muy extremos. Quizá antes nos aferramos más al otro, por miedo a la soledad, porque pensamos que nadie mas nos entendería como esa persona. Nos vendieron la idea de que ser devoto a alguien era sinónimo de amor, que los celos son amor, que pedir que no salga con los amigos es sinónimo de amor, que te esta cuidando, que no te vistas de cierta manera es sinónimo de protección y de que te quiere solo para él, que aguantar todo era ser una buena pareja.... que venta de humo mas buena!

Y, por otro lado, se vende otro humo, aquel más cómodo, mas aceptable, aquel que no requiere de "esfuerzo" y se adecua a todo, es a pedido del cliente. Estar en medio de esto es como tener que decidir en que bando debemos encontrarnos, y es muy confuso, y no es bueno.

¿Por qué debo decidir que tipo de pareja ser?, y por otro lado, ¿por qué elegir un bando significa automáticamente despreciar el otro bando?.

Saber reconocer errores te hace grande. Saber que te están tomando el pelo, que no tienes por qué aguantar humillaciones, celos, prohibiciones, censuras, malos ratos, desprecios para después recibir un lo siento y una semana sin peleas, te pone en una posición justamente grande, te empodera, y al saber que esto es ahora de conocimiento general, te hace sentir mas protegid@.

Al saber esto, y usarlo para beneficio propio, volvemos al punto inicial, donde debemos identificar ¿que tipo de pareja deseamos tener, o lo que es aun mas importante, que tipo de pareja debemos ser?. Entre devoción y confort sin compromiso, debe haber un punto intermedio, sino, ¿como es posible el amor eterno?, ¿donde queda la eternidad?, ¿donde queda en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza?, sin entrar en el olvido mismo de nuestro ser?. Acá debemos ser claros y tener muy en cuenta, que donde hay una injusticia, hay quien la ejecuta y hay quien la recibe. Encontramos tres sujetos en el juego, lo que se hace, el que lo hace y quien lo sufre. Si no hubiese el primer sujeto del cuento, significaría que quien hace se encuentra en consideración para y con la otra parte, quien recibe. La relación no es un juego de poder, es un juego de equilibrio, que creo, es aún más difícil. ¿Qué de difícil tiene el someter al otro bajo amenazas?, ¿Qué de difícil tiene el hacer algo porque si y si la otra parte no lo acepta pues ni modo?. Lo difícil es ponerse en los zapatos del otro, lo difícil es hacerse entender con la palabra, lo difícil es no sentir miedo a verse vulnerable, lo difícil es pedir perdón, y lo difícil también es perdonar, pero eso nos humaniza, nos hace seres que sienten y razonan, y usan todas las herramientas posibles, para hacerse entender, sin someter.

Digo todo esto con un simple objetivo: el preferir una relación más cómoda, sin compromiso se debe a muchos factores, entre los cuales se encuentra todo aquello que nos vendieron que ya no queremos mas. Ya no queremos mas problemas, no queremos mas reproches, no queremos una relación anclada a la aceptación y resignación. Quizá lo que queremos es crecer, solos y con pareja, pero para ello, debemos aceptar que en nuestras relaciones pasadas, o quizá en la presente, fuimos uno de los tres sujetos, y algo debemos cambiar en nosotros mismos, para poder crecer.

Es normal sentirse bien en compañía, y cada vez más, esa compañía puede ser alcanzada a la distancia de un click. Un constante vibrar de celular que nos indica que hay alguien al otro lado que nos lee, que nos hace reír, que nos hace sentir menos solos, y más aceptados. La revolución del cómo llegamos a conectarnos vs. el cómo amamos a alguien es digno de estudiar. Lo convencional no siempre es lo mejor, como tampoco es lo nuevo, pero de qué sirve tener nuevamente "ambos bandos" a disposición, cuando nosotros mismos no sabemos lo que queremos, y por qué lo queremos de esa manera. ¿Fuimos victimas?, ¿Fuimos victimarios?, ¿Nos cansó una relación dependiente?, ¿Fuimos quien cansó al otro con nuestras necesidades?. Hablar con uno mismo no es fácil al principio, hasta que hablas.

Recuerdo haber hecho énfasis en algo anteriormente: nos encontramos en etapas. En la etapa de aceptación, en la etapa de miedo, en la etapa de resignación, en la etapa de despertar, en la etapa de estar sin pareja, en la etapa de querer algo serio, en la etapa de mostrarnos como somos, en la etapa de saber lo que queremos y lo que no queremos, creo que en todas estas etapas, como en muchas otras existe un común denominador: y es la compañía. Esta compañía puede confundirse en una relación, puede convertirse en una relación, puede ser LA relación mas esperada, o puede ser solo eso, alguien al otro lado del click que busca lo mismo, y todos son felices.

No soy quien para decir que es bueno y que no, pero si puedo asegurar que dentro de todas las etapas es importante hablar con uno mismo y saber exactamente por qué uno decide lo que decide y aceptar que eventualmente aquello que nos dá miedo será aquello que podrá ser derribado, como el miedo a sentirse vulnerable, el miedo a que nos rompan el corazón, el miedo al futuro, el miedo a estar sin ese alguien, todo esto, es vivir. Date el lujo de vivir.

Te invito a escuchar esta canción, tan honesta como la noche de Sam Smith:








 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
Non, je ne regrette rien...

Los desfiles patrióticos siempre me parecieron un tanto violentos, por su muestra de armas bélicas y poderío militar. ¿Honrar a tu patria...

 
 
 

Comments


bottom of page