No pienso abrir las heridas de haberte querido tanto...
- EmaBlogger
- 22 jul 2019
- 4 Min. de lectura

Hubo un momento en el que llegué a cansarme de escuchar buenos consejos. Era como una ola que refrescaba al principio, pero llegó a ahogarme. Tod@s hablaban de su conjuro secreto acerca del dolor y cómo evitarlo, o cómo podía llegar a olvidar el momento exacto en el que el vacío se apoderaba de mi y despertar fresca como lechuga. Hasta que pasó lo que sólo en sueños guajiros iría a pasar, y era que quien se había ido de mi vida, intentaba volver...
Al principio era como un 4 de julio dentro de mi corazón, así con todos los fuegos artificiales, hasta saltaba, no podía contener la alegría, pero había cierto detalle que no me dejaba ser plenamente feliz, y era recordar el por qué se había ido..., cuál era la razón por la que ambos estábamos en trenes distintos, y las metralletas internas llegaban, pues el ruido era mayor que las luces en el cielo, así que me detuve a pensar.
Estando en una posición de poder, por ejemplo el poder de decisión sobre alguna situación que requiere de tu aprobación o rechazo, un tanto extremo, suele generar cierta ansiedad, pues sentimos que el futuro mismo, el destino y los asteroides dependen de nuestro pulgar apuntando hacia arriba o hacia abajo, y aunque de cierta manera podría ser la situación determinante, me puse a pensar el por qué decir NO nos da tanto miedo, ese NO que conlleva quizá una salvación, pero disfrazada de pérdida. ¿Por qué siento miedo de perder a quien ya perdí al momento en el que decidió cruzar la puerta?, ¿Por qué siento que debo tomar esta oportunidad, o al menos, por qué considero volver a tomarla?. Es obvio muchas veces, el amor sigue, el cariño y el apego siguen, extrañar es de todos los días y a toda hora, comparable al chocolate cuando estas a dieta, se vuelve tu único pensamiento, pues es lo que no tienes al alcance, lo que no esta a tu disposición, y se enciende el instinto, el botón se pone en ON, y escuchas a tu Abuelita de fondo: "más vale pájaro en mano que cien volando", y dudas... ¿Por qué?.
Es ese otro miedo, a perder lo que esta al alcance, aquello que soñaste que vuelva, porque en el cine todos piden perdón, se besan y termina la película, pues porque "el amor todo lo perdona", y estoy dando este ejemplo en un contexto que involucra a alguien que hizo daño a otro alguien, se portó mal, teniendo en cuenta que las separaciones también se dan por otras tantas razones, pero en esta oportunidad seguiremos con el ejemplo del alguien que se portó mal con otro alguien.
Si las razones de separación taladran tanto la cabeza, sin son aquellas razones que no puedes negociar, no puedes dejar pasar, no te dejan en paz, entonces el refrán de la Abuela no aplica: no puedes asegurarte algo si no te hace bien, por más que esté a tu disposición y parezca ser una oportunidad única en la vida.
Es ese momento en el que vuelves a sentir el mismo vacío en el pecho, esto ha terminado, y se va para no volver, y probablemente haya alguna noche en la que tras algún vino o cerveza la mente te juegue mal y sientas que tu vida estaría completa si esa persona estuviese ahí frente a vos, sosteniendo otra copa y brindando contigo, pero es eso, solo una mala jugada de la mente. Esas necesidades solo son momentáneas, al día siguiente créeme que lo que necesitas es paz en la mente.
Recuerdo haber sentido cierta satisfacción al ver a quién se fue, volver con otra actitud, tratando de ganar todo lo que había perdido, ojo con esa palabra "perdido". Debo reconocer que al principio era como todo aquello que había pedido, en los momentos oscuros al ver de frente a la realidad donde se camina sola, pero se avanza más. He aceptado volver a una fantasiosa relación, y he vuelto a sentir el vacío en el corazón, al poco tiempo de estar en las nubes, pues el maquillaje se corre, y las personas vuelven a su esencia. Sin embargo, recuerdo haber agradecido en el fondo ese tiempo de "terapia de shock", pues cerrar ciclos también requiere de pasar tiempo frente a lo que no quieres más en un futuro.
Más vale paz en mano que guerras anunciadas volando, más vale tranquilidad en mano que susceptibilidad y desconfianza volando, más vale vivir que sobrevivir, más vale arriesgarse al amor nuevamente que repetir la historia con la misma persona, esperando que cambie. Ese dolor, ese vacío que sientes al decir NO al universo paralelo que podría abrirse si es que aceptaras volver a esa toxica pero adictiva relación, es una prueba más de que de amor nadie ha muerto, y que en ese Banco llamado amor propio, lo importante es tener una gran cantidad de depósitos de confianza, pues ese es el Banco que a la larga paga más interés que cualquiera.
Cuando estés en eso, y veas que el universo depende de tu pulgar, escuchá este Himno de No Te Va Gustar...
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