Mucha experiencia pa bailar su Rock and roll...

Dos cabezas jamás van a pensar igual. Pueden coincidir, pueden afianzar conceptos, incluso pueden decir las mismas palabras al mismo tiempo, pero jamas pensarán igual. La manera en la que llegaron a la conclusión y las historias que las crean nunca son iguales, pues cada quien observa su realidad bajo diferentes aspectos.

"No estamos en el mismo tren", es una frase muy conocida, al menos para mí. La he escuchado y la he utilizado mucho, cuando mi pareja buscaba algo que yo no quería aún, o cuando yo ya estaba lista para algo, y la otra persona no, automáticamente se crea una brecha, una separación que puede tomar dos caminos definitivos: un adiós o una resignación, pero el deseo sigue ahí, callado, silenciado, pero sigue ahí.

Son esas jugarretas de la vida, el coincidir en la vida, en el tiempo y el lugar, en conceptos y maneras de pensar, en sentir y divertirse, pero no en metas y/o sueños. Una meta no es un matrimonio, es un sueño cargado de muchísimos conceptos, muchos anhelos, mas no una meta. Un hijo no es una meta, es un anhelo, un hito en la vida dar la vida por otro, es sangre de tu sangre, pero no es una meta, por más que te encuentres en dificultades para concebir, un hijo no es el gol, es mas bien el inicio del partido. Este hijo jamás deberá llegar para arreglar tu matrimonio, no es justo, pues estas metiendo a una tercera personita al circo, quien sin haber nacido, ya tiene problemas en su hogar, sin haber conocido a sus padres ya puede oler que uno de ellos estará lejos, ya puede sentir que formará parte de una familia si, pero un poco reducida.

A todo esto, es bueno agradecer la honestidad, a esa persona que te dijo NO, a esa persona que te dijo que se acabó, a ese momento que te mostró que tu camino iba a cambiar. Créeme que entre las tragedias, mendigar amor es una de ellas.

Quizá ambas personas buscan lo mismo, pero no coinciden en la forma, o en el momento. Esta suerte sin blanca llamada vida guarda muchos laberintos, muchos acertijos, y nos ahogamos buscando las respuestas, cuando las tenemos ahí, dentro nuestro. Buscamos respuestas para los demás, buscamos un por qué para nuestra ansiedad, buscamos algo en que echarnos a dormir con una cabeza limpia y tranquila, pero la respuesta esta ahí. Lo que no es ahora, lo que no pasa ahora, es eso, el presente, es la realidad, ni mas ni menos. No tienes un millón de dolares en tu cuenta bancaria, no tienes el Ferrari de tus sueños en tu cochera, no tienes el hombre perfecto de cuentos de hadas o la mujer feliz y sin dramas que te ruegue jugar Play Station, es lo que hay. ¿Por qué?, no lo sabemos, podemos hacer conjeturas, pero decir que la respuesta es xyz, es forzar una conclusión. No tengo novio porque no me gusta salir los fines de semana, soy muy tímida y cuando alguien se me acerca salgo corriendo, esa no es la razón. La razón puede ser que no encontraste a alguien con quien te sientas cómoda siendo tu misma, puede ser que no te sientas lista para una relación, puede ser que tu momento no es este, es más adelante, puede ser que estés buscando un ideal inexistente de hombre y no te estés fijando en tus grandes imperfecciones, puede ser todo, pero esta bien, tratar de darle una respuesta a todo es parte de nuestra esencia, de nuestra naturaleza. El dejar las cosas colgando nos carcome, aunque sepamos bien las respuestas.

Muchas veces lloré por realidades que no me gustaron o me hirieron, fueron esos momentos que calaron y en mi mente duraron mucho, repitiendo la escena como película, y yo era la que agarraba el control remoto en "Repeat" y "Repeat". Mal. Seguía viviendo en una realidad pasada, pero la agarraba como presente y la volvía en mi futuro, pensando y decretando que volvería a pasar por lo mismo, "Si ya me pasó una vez, puede pasarme muchas veces más". Que forma de tortura tan cruel conmigo misma.

Elijo dominar mi presente dentro de mis posibilidades, elijo abrazar lo que venga como oportunidades para crecer y decido afrontar los problemas con tranquilidad y agradecimiento. Me enseñan y me fortalecen. Y llorar hasta sacar todo, secarme las lágrimas y dar un beso al viento, es lo que queda para avanzar y seguir buscando mis respuestas.

Escuchá este himno! Único, una delicia. Pericos!